Crece la venta directa en tu hotel. Programas de fidelidad

Vender, vender, vender y vender. Erróneamente muchas empresas y marcas han reducido sus objetivos a sólo vender, y con base en ello desarrollan sus estrategias dejando de lado la importancia que tiene el establecimiento de una relación sólida y duradera con los clientes.

Existen muchas formas en las que las marcas pueden y deben interactuar con sus clientes potenciales y actuales; pero no todas funcionan por igual, hay muchas variantes que se deben considerar para obtener el éxito deseado. Cuando se trata de turistas, es importante recordar siempre que son personas que están muy lejos de casa y que buscan una experiencia agradable de inicio a fin en su visita. Ya sea que se trate de negocios o de vacaciones de placer, la confianza que dan los huéspedes al hospedarse en un hotel debe ser bien valorada por sus anfitriones. 

Áreas limpias, buen servicio, atención puntual, variedad de opciones, alimentos y todos los factores implicados en medio de estas características, forman parte importante de la estadía de los visitantes en el hotel. Sin embargo, quienes están encargados de atender a turistas suelen olvidar que una experiencia positiva con los hoteles no se limita a las instalaciones del hotel en sí. Un programa de fidelidad es la estrategia correcta para que los huéspedes se sientan bien, aún estando en casa. 

¿Qué son los programas de fidelidad?

Tal y como en otro tipo de establecimientos y comercios existen estrategias de precios, servicios agregados, alianzas comerciales, los programas de fidelidad forman parte de los esfuerzos que realiza un hotel por mejorar su relación con los clientes. Estos programas buscan recompensar a los huéspedes por haber elegido el hotel en cuestión, y las recompensas pueden ser muy variadas; tanto como los distintos perfiles, necesidades y preferencias de cada visitante. 

Es importante que los programas de fidelidad tengan como objetivo principal ofrecer beneficios reales para los clientes, algo que de verdad represente un valor para quien ha depositado su confianza en el hospedaje. Por ejemplo, si se trata de viajeros de negocios se les puede recompensar con el acceso a áreas exclusivas para sus reuniones o el préstamo de material de trabajo sin costo adicional. Si hablamos de vacacionistas por placer, será genial poner a su disposición guías turísticos o actividades de recreación que corran por cuenta del hotel.  En ambos casos será muy atractivo ofrecer mejores precios en sus posteriores visitas. 

Mucho ojo: se debe tener cuidado de no confundir los programas de fidelidad. Su objetivo principal, a diferencia del de la publicidad y otras promociones, no es motivar a los huéspedes a volver; más bien se trata de entregarles beneficios de valor real para, que les expresen la gratitud que existe por parte del hotel tras haber sido elegidos para sus vacaciones. Para lograr implementar programas de fidelización exitosos es vital conocer con quién estamos tratando. 

Aunque de inicio los programas de fidelización se presentaban simplemente como una serie de beneficios adicionales a los cuales se tenía acceso por un pago adicional, los programas que han mostrado mayor éxito y que perduran hasta la actualidad son los que detectan a los clientes fieles a la marca y entregan beneficios sustanciales para ellos, sin la necesidad de un pago adicional de por medio. Así, se fortalece la relación con los huéspedes y el hotel puede contar con una recomendación sincera que será traducida en más clientes que, a su vez, podrán ser agregados a futuros programas de recompensas. 

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